Nuestro Estilo Educativo

NUESTRO ESTILO EDUCATIVO

Don Bosco y Madre Mazzarello, con su Sistema Preventivo, realizan una aportación original a la acción educativa entre los jóvenes a través de un método educativo “que se basa plenamente en la razón, en la religión y en el amor.

Poner en práctica este Sistema Educativo supone, por tanto:

  • desarrollar positivamente las fuerzas interiores de la persona;
  • crear un ambiente positivo que estimule, sostenga y desarrolle el gusto por lo que está bien;
  • estar presentes en la vida de los niños y jóvenes para anticiparse al desarrollo de situaciones o hábitos negativos en sentido material o espiritual;
  • proyectar respuestas nuevas y creativas a los retos que plantean los cambios sociales de los jóvenes y del entorno de las diferentes plataformas educativas;
  • proyectar nuevos horizontes de acción como respuesta a las exigencias de un centro educativo abierto a los proyectos y necesidades de la zona.

La experiencia educativa del Sistema Preventivo, en cada plataforma educativa, es la clave para conseguir hacer de nuestros destinatarios “honrados ciudadanos y buenos cristianos”.

La acción educativa salesiana se caracteriza por:

El criterio preventivo por el cual:

  • hacemos propuestas de experiencias positivas de bien,
  • colaboramos con los alumnos en el desarrollo de aquellas actitudes que les permitan superar riesgos y situaciones de peligro,
  • les ayudamos a captar el sentido de su juventud y a vivir en plenitud sus aspiraciones, dinamismos e impulsos;

El ambiente educativo que se caracteriza por:

  • el protagonismo de los destinatarios,
  • el espíritu de familia,
  • la racionalidad y flexibilidad,
  • el trabajo diario, el esfuerzo concreto,
  • la invitaciones a la creatividad,
  • el clima de alegría y de fiesta;

La relación educativa personal que reconoce la individualidad y la historia personal de cada alumno y que se traduce en:

  • familiaridad con los educadores y educandos,
  • capacidad de acogida y de diálogo,
  • confianza y simpatía hacia el mundo de los niños/as y jóvenes;

La “presencia-asistencia” animadora de los educadores que:

  • animan sus iniciativas,
  • ofrecen elementos de maduración personal,
  • previenen experiencias negativas y conductas inadecuadas,
  • abren constantemente a una visión creyente de la vida;

La oferta respetuosa de una experiencia de fe que se caracteriza por:

  • el encuentro con Dios en la vida ordinaria,
  • la celebración de la fe y de los sacramentos,
  • la devoción a María Auxiliadora
  • el sentido de Iglesia,
  • la proyección solidaria y misionera de la propia fe;

Las propuestas de compromiso cristiano:

  • en el cumplimiento del deber,
  • en la solidaridad
  • en la vida ciudadana.

De este modo, en continuidad con la experiencia pedagógica de Don Bosco y María Mazzarello, la diferentes plataformas educativas salesianas se convierte en “familia” cuando el afecto es correspondido y todos, educadores/as, padres, madres, chicos/as, se sienten responsables del bien común.