Sierva de Dios Sor Laura Meozzi
Laura nació en Florencia (Italia) el 5 de enero de 1873. La familia, acomodada y noble, se trasladó a Roma, donde Laura estudió Medicina.
Profesó como Hija de María Auxiliadora en 1898. Trabajó en Sicilia hasta 1921, cuando fue escogida como responsable de las primeras misioneras enviadas a Polonia.
Su actividad fue incesante. Aún en la pobreza extrema, supo abrir casas para cada necesidad: fundó albergues para niños huérfanos y abandonados, escuelas para chicas, talleres, casas de formación para las postulantes y las novicias. Buscó dar respuesta a las necesidades de las hermanas, los refugiados, los perseguidos, los enfermos, los emigrantes. Laura solía consolar a todos. Al mismo tiempo, rezaba y sufría.
Vivió la larga agonía y el martirio de Polonia entre 1938 y 1945. A quien le preguntaba “¿No tiene nostalgia de Italia?”, respondía: “Yo tengo dos patrias: Italia y Polonia. No sé decir cual amo más”.
Desde Wilno tuvieron que partir en un tren las hermanas y 104 chicos, escondidos, pues muchos no estaban autorizados. La inspectora estaba preocupada, podían ser fusilados. “No tema, yo rezaré”. El viaje, que duró 16 días, tuvo éxito, pero sólo por un verdadero milagro.
Terminada la guerra, tuvieron que abandonar los territorios invadidos por los soviéticos.
La Madre Laura empezó de nuevo. Reabrió doce casas. En Pogrzebien, en un viejo castillo que había servido a los alemanes para exterminar a mujeres y niños, renace el noviciado. Por todas partes retornó el vigor, la alegría y la sonrisa.
Pero Laura se sentía cada vez más cansada. Asistida por las hermanas y sostenida por la oración de todos, muere el 30 de agosto de 1951.
Sus restos se encuentran en Pogrzebien (Polonia).